Una de las clave para desarrollar y dar a conocer tu marca personal es la auto-promoción o promoción personal.
Esto, que parece una tontería, y que en cuestión de marcas personales es tan básico como saber quién eres o a quién te diriges, a veces es dejado de lado por los emprendedores que dan sus primeros pasos con su proyecto.
Y es normal, porque aquí en nuestra cultura, la mayoría de nosotros hemos recibido mensajes sobre lo mal que está hablar de nosotros mismos y fanfarronear sobre aquello que tenemos o lo bien que lo hacemos en algunos aspectos. Muchos tienen una especie de modestia interiorizada que les impide agradecer un cumplido, cobrar más por sus servicios y en última instancia dar a conocer su propia marca personal.
Pues amigos emprendedores, a pesar de lo que os hayan contado vuestros padres y profesores cuando eráis pequeños, o de lo que hayáis visto en películas como Karate Kid donde siempre aparecía un personaje que, después de jactarse de lo bueno que era, terminaba recibiendo su castigo, si queréis llegar lejos con vuestra marca personal, labraros un nombre y ganar una reputación que os haga atraer grandes clientes y oportunidades de negocio, tenéis que hablar de vosotros mismos y promocionaros.
El problema es que asociamos la promoción personal con el fanfarroneo. Estamos convencidos de que hablar a los demás sobre nuestros logros es lo mismo que presumir de la cantidad de dinero que hemos ganado y eso no es verdad.
La principal diferencia entre la promoción personal y la vanidad es la razón por la que lo hacemos. En el primer caso el objetivo es dar a conocer nuestros servicios, lo bien que hacemos algunas cosas puede ser útil para alguien que quiera beneficiarse de ese servicio. Si estamos orgullosos de algo, es normal querer compartirlo. Pero si lo que queremos es despertar envidias en la gente que nos rodea, lo que la gente percibirá es vanidad y generaremos rechazo.
Para crear una marca personal tenemos que mostrar quienes somos. ¿Qué nos convierte en únicos e interesantes? ¿Por qué alguien querría dedicarnos su tiempo? ¿Que cosas buenas podemos aportar a los demás?
Y esto lo tenemos que tener muy presente en todo momento y estar alerta de todas las situaciones en las que podamos sacar a relucir nuestro proyecto y nuestra vocación. Es importante ser sociable cuando estás intentando dar a conocer tu marca personal. El gimnasio, un evento familiar, una reunión de vecinos… En cualquier sitio puede haber una oportunidad de encontrar un cliente o de convertir un conocido en un embajador de tu marca.
En mi caso, si una de mis habilidades es empatizar con mi cliente, ser capaz de encontrar un diseño adecuado a su marca personal, a lo que quieren transmitir, a sus valores y a su esencia… ¿por qué no compartirlo ahora?
Y como veis he aprovechado para hacer algo de autopromoción en este post, y es que internet y las redes sociales en particular nos ofrece un universo infinito para la promoción personal. Aprovecha bien este medio para transmitir tu marca personal, dirígete a tus clientes de forma honesta y cuéntales aquello que quieres que sepan. Estarán agradecidos de contar contigo.
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