La importancia de causar una buena primera impresión.
Uno de los temas que estudia la Psicología Social y que bajo mi punto de vista está muy relacionado con el marketing y sobretodo con la marca personal es qué factores influyen en la percepción de las personas, es decir, de qué manera percibimos los seres humanos a otras personas y qué factores influyen en esa primera impresión que nos hacemos de ellas.
La forma en cómo reaccionemos ante un extraño que se acerca a nosotros depende de varios fenómenos cómo el reconocimiento de emociones, es decir el diagnóstico que hagamos sobre el estado de ánimo de la otra persona, la impresión que nos formemos sobre ella en función de los aspectos informativos que podamos recoger de forma inconsciente (aspecto físico, vestimenta, forma de hablar, atractivo etc) y las atribuciones causales o las explicaciones que nos demos sobre por qué esa persona se comporta de la forma en qué lo hace.
También influyen factores asociados al perceptor, como la familiaridad de la otra persona, el valor del estímulo, el significado emotivo del estímulo o su propia experiencia previa.
Es este artículo voy a compartir con vosotros un resultado curioso de una de las investigaciones sobre cómo nos formamos una primera impresión de otra persona y que sin duda tiene gran interés para el marketing personal o branding personal.
Por formación de impresiones se entiende el proceso mediante el cual se infieren características psicológicas de una persona a partir de su conducta, así como de otros atributos de la persona observada y se organizan estas inferencias en un conjunto coherente que es lo que llamamos primera impresión.
Una primera impresión negativa es más difícil de cambiar que una positiva.
Seguro que habéis escuchado muchas veces que «la primera impresión es la que cuenta». En este caso el refranero tiene su apoyo en la ciencia ya que hay muchos estudios que afirman que esto es cierto. Pero es que además el tono evaluativo de los atributos de la persona que percibimos tiene gran importancia, de modo que cuando la información que nos llega de la persona contiene elementos positivos y negativos, estos últimos tienen una mayor incidencia en la impresión que nos formemos. Así, una primera impresión negativa es más difícil de cambiar que una positiva, ya que los rasgos que nos llevan a hacer una evaluación negativa de la persona parece que nos resultan más fácil de confirmar y difíciles de desconfirmar.
Como veis el sistema perceptivo inconsciente de la mayoría de las personas tiene un poco de «mala leche» y aunque os esforcéis en causar una buena primera impresión, si hay algún aspecto vuestro que se perciba de forma negativa este tendrá un impacto mayor y es muy probable que empañe todo lo bueno que tenéis.
Así que si estáis desarrollando vuestra marca personal, si queréis llegar a más personas, tener más clientes y colaboradores es importante que os preocupéis en causar una muy buena impresión y en minimizar al máximo los factores negativos. Este consejo conviene que os lo llevéis al ámbito off line, es decir, cuando vais a reuniones de negocios, encuentros de networking, entrevistas de trabajo etc pero también al ámbito on line. Si descuidáis el aspecto de vuestra página web o vuestro perfil de linkedin por ejemplo, con unas fotos poco profesionales, unos textos mal redactados, con faltas de ortografía o cualquier otro factor que pueda percibirse como negativo estaréis perdiendo la oportunidad de causar una impresión positiva desde el principio y os costará más eliminar esa impresión negativa.
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