Storytelling. Tu marca personal se compone de historias.
«Después del alimento, el refugio y la compañía,
las historias son la cosa que más necesitamos en el mundo». Philip Pullman.
Seguramente que si te hablo de las necesidades del ser humano, viene a tu cabeza la conocida (y muchas veces mal empleada), pirámide de Maslow. La necesidad de cobijo, alimento, compañía… Sí todo eso es cierto, pero ¿sabes una cosa? Son las historias las que enganchan, las que conectan con el otro.
Índice de contenidos:
¿Podría el ser humano vivir sin historias?
Las historias son recuerdos, son emociones que se reviven, son neuronas espejo que sintonizan con el que las cuenta…
Podrás hablar de las características de tus servicios, de las bondades de tus productos, de las titulaciones que posees o de la experiencia que tienes tras tus espaldas. Pero al final, todo esto quedará en el olvido. Serán las historias que cuentes sobre ti lo que la gente recordará, lo que hará que simpaticen contigo o que te rechacen.
Tu marca personal se compone de esas historias. Pierde el miedo y empieza a mostrarte así como eres, con tus grandezas y también con tus vulnerabilidades. Cuenta tu historia, lánzate.
¿Qué es el storytelling?
Llamamos storytelling a la técnica para emplear tu historia de forma atractiva. Se utiliza en marketing para compartir un contenido de forma que se conecte a nivel emocional con el receptor.
Hay grandes marcas como Nike, Coca-Cola o los famosos turrones El Almendro que utilizan esta técnica. Lo que persiguen con sus historias es además de entretener al público, activar su imaginación, su parte emocional, conectar de forma distinta con ellos, permitir que la marca se asocie a una historia que permanezca en su memoria.
Comparto contigo uno de los spot de El Almendro en el que se utiliza esta técnica:
¿Cómo podrías utilizarlo tú para fortalecer tu marca personal?
¿Cómo usar las historias o storytelling para fortalecer tu marca personal?
Si dedicas un rato a analizar los apartados «sobre mi» de varias páginas web de profesionales y empresas, verás que hay dos vertientes: los que se olvidan de hablar de sí mismos y hablan del beneficio que pueden aportar a su cliente y aquellos que incluyen aspectos sobre ellos mismos. Podría añadir aquí, aquellos que tienen miedo o vergüenza de hablar de sí mismos y hablan de su empresa en tercera persona, utilizando un texto neutro, poco personal.
Dentro de los que hablan sobre sí mismos, hay quienes hablan de su formación y experiencia de forma descriptiva y otros que cuentan historias que surgen de su interior, historias relacionadas con su «por qué» y «para qué».
Ambas fórmulas (hablar de los beneficios que aportarás a tu cliente y hablar sobre tu yo más profundo) son válidas, pero mi misión en este artículo es que tomes consciencia de que tu potencial cliente contratará tus servicios si confía en ti. Y para confiar en ti está claro que primero tienen que conocerte y conectar contigo.
Ahora dime, ¿Cómo esperas que te conozcan si no cuentas nada de ti?
Storytelling. Las historias construyen tu marca personal.
Verás, todas las personas, pero en especial las que se encuentran delante de una pantalla buscando información, somos cotillas. O curiosas, si prefieres. Todas queremos saber más.
El usuario que se acerca a tus redes sociales o examina tu página web lo hace porque quiere saber cómo puedes ayudarle. Y para eso necesita saber de ti. Le interesan aquellas experiencias que te llevaron a tomar la decisión de empezar, las historias que cuentan lo que aprendiste por el camino. Es eso lo que tú puedes aportar a tu cliente potencial.
Si consigues que con tus historias se sientan identificados contigo, se rendirán a tus pies.
Storytelling en marca personal. ¿Qué historias contar?
Antes de volverte loco de entusiasmo e inundar tus redes sociales con historias que a nadie le interesan, hazte el favor de reflexionar un poco. Piensa primero quién es tu cliente objetivo, qué problemas tiene, que soluciones está buscando. Piensa cómo es, cuales son sus sueños, cuales sus fracasos… Ya te hablé en este artículo sobre la importancia de caracterizar bien a tu cliente objetivo. Sigue esas recomendaciones y ten una visión clara de quien tienes delante.
Conecta ahora tus historias con esas particularidades de la gente a la que quieres llegar. Pero si no lo tienes claro, hay historias que nunca fallan: las historias que conectan con tus valores, con tu misión en la vida y tu visión de negocio.
- Habla del momento en el que descubriste por fin que debías empezar el camino que te ha llevado hasta donde estás hoy.
- Comparte los principios que crees fundamentales para hacer lo que haces. Los principios que rigen tu vida y que están implícitos en tu negocio.
- Explica como tú mismo fuiste capaz de resolver esos problemas a los que hoy se enfrenta tu cliente objetivo.
¿Qué elementos debe contener tu historia?
Hay muchas formas de estructurar tu historia de forma efectiva. Las historias potentes, en general, cuentan con alguno de estos elementos:
- Impacto: una revelación que cause sorpresa o impacto en tu público.
- Emoción: una historia que conecte directamente con el corazón de tu audiencia, con su parte emocional.
- Relevancia: tu historia debe ser veraz, puedes añadir datos curiosos o relevantes, intenta ser original.
- Experiencia: tu historia debe permitir recrear la experiencia a tus usuarios. Nos olvidamos de los productos en sí para vender experiencias.
- Memoria: queremos que tu audiencia te recuerde por más tiempo. Tu historia te ayuda con ese fin.
- Puedes crear una historia a raíz de tu marca, por ejemplo, intenta mostrar a tus clientes potenciales como sería una experiencia con tu marca.
- Puedes compartir testimonios reales de tus clientes explicando de qué manera pudiste solucionar sus problemas.
- Comparte la historia de tu marca. Como la creaste, qué significa el nombre, cuál es su misión o visión.
- Comparte tu historia personal, por qué decidiste iniciar tu negocio, que obstáculos has tenido que superar, cuál es tu propósito.
Para ello puedes utilizar imágenes, vídeos tuyos o textos con gancho.
¿Se te ocurre alguna cosa más?
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