El marketing, desde sus comienzos, se ha apoyado de los conocimientos procedentes de otras disciplinas (fundamentalmente la psicología y sociología). En los últimos años, la incorporación de los avances en las neurociencias y la neuropsicología ha hecho que surja una nueva disciplina llamada neuromarketing que ha venido a corroborar lo que ya estudios anteriores pusieron de manifiesto y además ha abierto nuevas líneas de trabajo y ha ayudado a comprender muchos comportamientos humanos que estaban por explicar.
No soy una experta en neurociencia pero me encanta la Psicología de la Percepción y la Psicología Social y su aplicación en el marketing online, por eso leo e investigo continuamente con el objetivo de mejorar cada vez más lo que hacemos.
El ser humano tiene dos niveles de pensamiento, el consciente y el no consciente. Este último, el no consciente, es el que influye en la mayor parte de las decisiones de compra: prácticamente el 90% de las decisiones que tomamos como consumidores tienen su origen en elementos que escapan de nuestra consciencia. Estas decisiones se basan en percepciones, evocaciones y emociones subconscientes. Se trata de ese feeling, ese «no se qué» que hace que algo o alguien te guste a primera vista, que conecte contigo.
Y es esta conexión emocional subconsciente la que tenemos que tratar de conseguir en la primera toma de contacto con nuestro cliente potencial. Ese es el por qué en muchos anuncios se utilizan elementos que aparentemente nada tienen que ver con el producto que se anuncia. Por ejemplo, durante años, se han utilizado imágenes de mujeres atractivas para anunciar coches. Esto es, entre otras cosas, porque la imagen de la mujer actúa como reforzador de la memoria visual y activa el sistema de recompensa del cerebro del hombre, que ha sido el target tradicional de esta industria.
¿Cómo podemos aprovechar al máximo esa primera toma de contacto con nuestro cliente potencial? Cuando un cliente ve nuestra página web, solamente hacen falta 2-3 segundos para activar esa conexión emocional subconsciente. Si no conseguimos captar la atención del usuario en ese primer momento, el usuario se marchará de nuestra web y no permaneceremos en su memoria. Esos 2 segundos son fundamentales.
Dependiendo del tipo de negocio utilizaremos una u otra estrategia para captar la atención. Si te dedicas al desarrollo personal, por ejemplo, es fundamental que pongas una imagen de ti bien visible nada más aparecer tu web en el navegador. Las caras captan más nuestra atención, somos seres sociales por naturaleza y tenemos una predisposición natural por las caras humanas. Así que una foto tuya (bien hecha por favor) es una buena estrategia. Además, como en el caso de los coches, tu imagen actúa como reforzador de la memoria visual, lo que favorecerá que el usuario te recuerde.
Creo que no utilizar las aportaciones del neuromarketing en el diseño de tu página web es un error que no debes cometer. Un diseño web emocional, una página web con una estrategia apoyada en la ciencia tiene un 90% de posibilidades más de mejorar la conversión que una una página web en la que no se ha tenido en cuenta como piensa y se comporta el usuario.
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