Mapa de valor. Rediseñando tus productos y servicios.
Diseñar una propuesta de valor atractiva y rentable es uno de los retos a los que se enfrentan todas las empresas tanto si se encuentran en fases incipientes de su desarrollo como si llevan ya un tiempo de andadura. En este artículo voy a hablarte del “Mapa de Valor” una herramienta que puede resultarte útil para dar una vuelta de tuerca a lo que estás haciendo, sobre todo si no te está dando el resultado que esperas, y seas capa por fin de tener una parrilla de productos y servicios realmente apetecible.
Índice de contenidos:
Principales dificultades a la hora de crear un valor real para tus clientes.
Todos los que llevamos tiempo como emprendedores tenemos cierta obsesión sobre cómo diferenciarnos de nuestra competencia. Y si no tienes obsesión pues deberías tenerla porque ahí está la clave de que un negocio funcione.
Puedes diferenciarte por los productos y servicios que ofreces, por cómo estableces la relación con tu cliente o como continuas la comunicación durante la fase post venta.
Para la mayoría de empresas es difícil desarrollar una propuesta de valor innovadora. Seguro que tú también has sentido en alguna ocasión lo siguiente:
- Que te faltan herramientas para ayudarte a innovar y proporcionar un valor real a tus clientes
- Te resulta complicado saber qué necesitan de verdad tus clientes o qué es lo que esperan
- Es desafiante ir más allá de las características de tus servicios y productos y comunicar el valor real de lo que ofreces en base a una profunda comprensión de tu cliente objetivo.
Pasos para diseñar tu propuesta de valor.
No te saltes este paso pues es realmente importante.
El segundo paso consiste en diseñar el mapa de valor. Es decir, cómo pretendes ayudar a tus clientes con tus productos y servicios y explicar como pretendes crear valor para él.
El último paso es conectar los puntos, es decir, encajar tu mapa de valor con tu cliente tipo y ver si lo que ofreces satisface sus necesidades o no.
¿Qué es un mapa de valor?
Más del 50% de las empresas no conectan con sus clientes al no conseguir conectar los productos o servicios que ofrecen con lo que realmente esperan o necesitan sus clientes.
Tus productos o servicios no crean valor por sí solos sino en relación con el segmento de cliente al que te diriges.
Por eso es tan importante definir muy bien a tu cliente objetivo y tener muy claro cuáles son los problemas a los que se enfrenta.
El mapa de valor o mapa de la propuesta de valor es una forma de estructurar los productos y servicios que forman tu modelo de negocio teniendo en cuenta sus características y también como aportan valor a tus clientes aliviando sus necesidades o frustraciones y aportando beneficios o “alegrías” adicionales.
¿Qué contiene un mapa de valor?
Un mapa de valor por tanto, consta de los siguientes elementos:
Productos y servicios.
Traslada a papel los nombres de los productos y servicios que ofreces y en los que tus clientes pueden mostrar interés. Puedes aprovechar para hacer un brainstorming y tratar de ofrecer cosas con un toque diferente e innovador.
Clasifícalos según la relevancia que estos tienen para tus clientes.
Aliviadores de frustraciones.
Describe de forma precisa como tus productos o servicios resuelve los problemas más importantes de tus potenciales usuarios y cómo responde a sus necesidades y deseos.
Para ello, hazte preguntas como estas:
- ¿Cómo podrías generar un ahorro, ya sea de esfuerzo, tiempo o dinero a tus clientes?
- ¿Qué molestias, frustraciones o preocupaciones logras evitar a tus clientes con tus servicios o productos?
- ¿Cómo consigues poner fin a los desafíos a los que tus clientes se enfrentan?
- ¿Eres capaz de eliminar consecuencias negativas que ellos temen sufrir si hacen o no hacen algo?
Generadores de “alegrías”.
Explica los beneficios y alegrías que aportan sus productos y servicios, cómo satisfacen y superan los deseos y expectativas de tus clientes potenciales.
Ahora toca que te centres en lo positivo y expliques de forma explícita como tus servicios o productos producen resultados y beneficios que tus clientes desean y esperan o incluso como puedes superar sus expectativas. Puedes hacerte las siguientes preguntas:
- ¿Cómo puedes superar sus expectativas ofreciendo niveles de calidad o cantidad de alguno de tus productos o servicios?
- ¿Cómo puedes mejorar lo que ya estás haciendo y sorprenderles con un valor adicional?
- ¿Cómo puedes hacerles la vida o el trabajo más fácil?
Recuerda que tu mapa de valor debe centrarse en las frustraciones o problemas más importantes y en los beneficios más importantes para tus clientes. No intentes abarcar todas sus dificultades pues es muy probable que no lo consigas y tus resultados se difuminen.
Errores comunes al hacer tu mapa de valor.
Consejos finales para trazar tu mapa de valor:
Conecta tus productos y servicios con su cliente objetivo. Por sí solos no aportan valor alguno.
Tienes que ser capaz de renunciar a querer solucionar todos los problemas de tu cliente. Sé honesto contigo mismo y con tus clientes y céntrate en aquello que sí puedes solucionar. No existe un producto o servicio que pueda encargarse de todo.
¿Qué opinas?
¿Te has planteado alguna vez enfocar así tus productos y servicios?
¿Crees que este procedimiento podría ayudarte a mejorar tu modelo de negocio?
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